Amigo mío.

Son las dos de la mañana y aquí seguimos, hablando como si nada, como si el tiempo no pasara, como si mañana no fuera lunes. Lunes de trabajo, martes de examen, miércoles, jueves o viernes de algo que hacer.



Es extraño , se que jamás me reiría por leer ciertas cosas. Ni siquiera hablamos de algo importante.



No lo entiendo, hay algo de mi que siempre necesita de ti, es algo especial, único podría decir. Eres mi amigo lo sé, lo sé cuando no te contesto y hablo con otros, cuando te cuento que me han partido en mil pedazos, cuando te digo que he vuelto a caer, cuando te cuento detalles que nadie puede saber… y qué ilógico, porque al mismo tiempo veo como cambias de cara, enmudeces y ya no ríes.

Lo sé, no hace falta que me digas por qué, no hace falta que articules palabra alguna porque yo también lo sé. Lo sé porque cuando te abrazo siento mil cosas a la vez, porque cuando cruzamos miradas siento incertidumbre, la tuya cruzándose con la mía y preguntándose qué es lo que nos hace ser tan especiales y cobardes siempre.

Eres tan increíble. Sí, lo eres así sin más.



Me conoces tan bien, conoces todas mis virtudes, todas mis locuras y con ellas mis grandes defectos, pero aún así no consigo detectar un solo gesto de desprecio en tu mirada, lejos de eso, sólo consigo ver admiración , respeto, timidez y amor, mucho amor.



Y no, no puedo pedirte explicaciones, porque si tú lo hicieras hallarías silencio, no puedo preguntarte ni por qué, ni a qué se debe esta conexión que nos permite saber qué recorre cada rincón de nuestra mente. No puedo negarte que existe, existe para ti, para mi y para todos aquellos que no estén ciegos. Y yo no sé, no sé ni qué decir ni qué pensar.



Qué puedo decirte, sabes que hay cosas que van intensificándose con los años, que más que tristeza por no saber qué pasa, siento tranquilidad en esta incertidumbre. Tranquilidad al tener una amistad tan sólida como ninguna, y sí, porque al fin y al cabo, siempre lo ha sido en todas y cada una de sus formas, ya que no es una, son muchas formas y muy a nuestro pesar se transforma, lejos de mantenerse en un molde se deshace, se desliza y se recompone al compás de nuestros corazones. ELBDLC